Las damas de la aristocracia

Él es un gruñón. Ella es el motivo. Tras despedirse de su hijo cuando parte a su Grand Tour por Europa, Patience Grayson, la recién enviudada marquesa de Billingsley, se marcha al campo. Su intención es pasar allí al menos un año viviendo por su cuenta en la casa de campo de los Grayson en Shropshire. Si tan solo su carruaje pudiese llegar a su destino... Cuando se rompe una rueda, ocurre en el lugar más inconveniente. Max Higgins, el conde de Greenley, que carga con un condado casi en bancarrota por la adicción a la bebida y al juego de su padre, no ha tenido ni un solo buen día en casi veinte años, desde que la mujer con la que se suponía que iba a casarse le dejó por otro. Desde entonces, su amargura ha hecho que le conozcan por todo Staffordshire como el conde Gruñón. Ya que, aunque encontró a otra mujer para ser su condesa, la pobre mujer falleció al dar a luz a su heredero, algunos dicen que para huir de su mal humor. La soledad de Max en su casa de campo de Staffordshire está a punto de hacerse añicos cuando la causa de su mal carácter irrumpe en su casa, y en su dormitorio, una noche de invierno. ¿Volverá la vida a ser la misma?

Capturada por piratas. Vendida a un sultán. Charlotte no esperaba pasar así sus vacaciones. Charlotte, una duquesa viuda que acaba de finalizar su luto, se dirige a Grecia para pasar unas vacaciones cuando unos piratas capturan su barco y la esclavizan. Cuando intentan venderla a un sultán turco, Charlotte está segura de poder convencer al soberano para que la deje marchar. Es mayor y madre de dos hijos adultos, y él tiene un harén y diecinueve hijos. ¿Qué podría querer de ella? Tres noche, por lo visto. Durante dos décadas, el sultán Ziyaeddin I ha gobernado su menguante imperio desde varios palacios de Constantinopla, pero el que se encuentra a la orilla del mar Egeo alberga sus recuerdos más preciados y a una hija precoz que está demasiado educada para la mayoría de los hombres. Decidido a introducir reformas, Ziyaeddin es mucho más ilustrado que los sultanes que le precedieron. Ilustrado y solitario. Convencer a otros de la visión que tiene para el imperio ha sido todo un reto. Aburrido de su harén, se siente intrigado por la mujer inglesa que los piratas arrojan a sus pies. Con sus habilidades como duquesa y su deseo de tener una hija, ¿será la compañera que su hija necesita y la respuesta a su soledad?

Un joven pretendiente con los ojos puestos en un amor prohibido... y una vieja enemistad que amenaza con separarlos. Enredado en un romance secreto con la hermosa lady Amelia, Philip, el conde de Crawford, está decidido a conseguir su mano... pero si su pomposo hermano Alfred se entera, teme que su vieja disputa universitaria haga añicos su oportunidad de enamorarse. Michael no es ajeno a los desengaños amorosos y no quiere que su hijo Philip sufra lo mismo. Pero la misión del viudo solitario de salvar su noviazgo le enfrenta a un amor perdido: la duquesa Helena, madre de Lady Amelia. ¿Podrán reavivar su chispa después de tres décadas separados? ¿Y aprobará Helena alguna vez al reservado pretendiente de su hija? Mientras tanto, Violet, la hermana de Philip, trama un plan para unir a ambas familias. Llama la atención de Alfred, el hijo de Helena, pero lo que comienza como un falso noviazgo pronto empieza a ser demasiado real. ¿Está dispuesta a sacrificar el futuro por su hermano y mejor amigo? ¿O están estas dos familias destinadas a permanecer separadas? Bellamente escrita como una brillante novela romántica victoriana que toca fibras sensibles con temas de romance prohibido y amor de segunda oportunidad, En busca de una duquesa te transporta al encantador mundo de la sociedad aristocrática del siglo XIX, con detalles históricos auténticos y personajes inolvidables. Desplázate hacia arriba y hazte ya con tu ejemplar...