Diez de febrero de 1906 atentado de barrocolorado contra el presidente Rafael Reyes

Cuando concluy la Guerra de los MiI Das, conespanto, Colombia volvi la vista a los escombros hacinados por todo el pas.La guerra haba aumentado el encono entre los partidos. Deja de haber sociedad, en el sentido de comunidad de afectos e intereses, cuando la discordia de tres aos y medio convierte en enemigos implacables a liberales y conservadores, e instigada por ambiciosos intereses geopolticos del gobierno de Estados Unidos, la dirigencia poltica panamea haba traicionado a Colombia, separando el istmo del territorio nacional.La represalia o la venganza eran aspiracin comn. Las deudas de sangre se cobraban por doquier. La ruina de las fortunas privadas, la prdida de l0s medios de vivir, el desempleo, la destruccin de muchas empresas agrcolas e industriales, todo contribua a aumentar el malestar y a exacerbar los nimos.En tales circunstancias, asumi el poder ejecutivo el general Rafael Reyes, elegido presidente por el voto de los colombianos.Era necesario volver al culto de la nacin, y arrojar del capitolio las furias ensangrentadas. Hablar en nombre de Colombia, no de la secta o el partido; "ser Jefe de la Nacin, no de un partido, y buscar el concurso de todos los hombres de buena voluntad".Alrededor de la sangrienta guerra civil, haba llegado a la mente de algunos hombres la idea de que el poder es botn de guerra; que la lucha armada debe continuar como plan de exterminio; que la patria es patrimonio del vencedor, y que la victoria da derecho para arrastrar a los vencidos por las calles pblicas, atados a las colas de los caballos.En aras de reconciliar los espritus y de apaciguar mpetus de venganza, el general Reyes abog por gobernar con un gabinete bipartidista de reconstruccin y reconciliacin nacional, pero esa medida en lugar de aclimatar la concordia, exasper los odios de los sectores ms dogmtico su ultramontanos de su propio partido: el conservador.Dos meses despus de haber descubierto un plan de conspiracin para asesinarlo por la razn ya enunciada la cual lo oblig a cerrar el congreso y convocar una asamblea constituyente, sin escoltas ni guardias de seguridad, el presidente Rafael Reyes daba su paseo habitual en coche hacia el barrio de Chapinero.Lo acompaaba su hija Sofa de Valenzuela, y a la izquierda del cochero iba el capitn Pomar. Tres jinetes que los haban seguido desde la plaza de San Diego, dispararon nueve cartuchos de revlver contra el presidente y su hija en el sitio llamado Barrocolorado.Mientras los malhechores se cebaban sobre las dos indefensas personas encerradas en el coche, imposibilitadas para moverse; Sofa apostrofaba a los cobardes que los atacaban, el capitn Faustino Pomar reaccion con acierto e hiri en la pierna derecha al agresor Carlos Roberto Gonzlez.El coche y el sombrero de Sofa fueron atravesados por las balas, pero todos los pasajeros resultaron ilesos. El presidente ileso regres a la ciudad, pero estaba desengaado y persuadido de que la obra corruptora de las pasiones banderizas haba penetrado muy hondamente.La noticia del suceso se esparci como plvora. Las autoridades civiles y eclesisticas; el cuerpo diplomtico y consular; la poblacin toda de la capital, se trasladaron en masa al palacio presidencial, para expresar al general Reyes, el jbilo de que su sangre no hubiese manchado nuestra historia, de que un crimen nefando no hubiese hundido a la repblica en un abismo de pesares y desgracias, la menor de las cuales no sera la de la disolucin nacional.Las autoridades judiciales y policiales reaccionaron con prontitud y eficiencia, apresando uno de los autores intelectuales y a los tres autores materiales. Instruidos los sumarios fueron sometidos a consejo verbal de guerra. Cuatro semanas despus, el 6 de marzo de 1906, Juan Ortz E., Carlos Roberto Gonzlez, Fernando Aguilar y Marco Arturo Salg